Obscurité


Muy contentos estamos en Zapatalea Blog por poder publicar el primer cuento que nos ha llegado por parte de los lectores de Zapatalea, en esta ocasión, es el cuento de una chica, llamada Fhernanda, y su cuento se llama Obscurité. Esperamos sus comentarios.

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Obscurité.

Algún tipo de sustancia o color había tomado el lugar. Sentía como esa masa negra la consumía minuto a minuto. Mientras más la miraba, más figuras le encontraba dentro. Cerró sus ojos e intentó no ver nada más, pero después no supo si ya los había abierto o si seguían cerrados. Todo era negro, y no había ni arriba ni abajo, apenas podía sentir el piso bajo su cuerpo. Lágrimas de terror brotaron al encontrarse sola, sin alivio, entre todas esas figuras desconocidas. Todo era incierto, y la voz no existía, sus lágrimas no se veían ni sus manos ni sus pies y por un minuto dudó que en verdad estuviesen ahí. No sabía si hablaba o pensaba o si alguien más le contaba una historia. No sabía si estaba sola o con un montón de gente. Apretó su osito fuerte, muy fuerte, pues él era el único que estaba ahí; o tal vez no. Algo o alguien, encendió las luces, y el mundo que nunca estuvo ahí desapareció. Su mamá llegó asustada:

- Ay amor, se fue la luz, perdón debí de venir por ti antes.

La niña miró sus manos y notó que seguían ahí, revisó sus pies; seguían ahí.

- Mami - le dijo Camila muy tranquila - ¿Cuándo las luces se van, a donde quiera que vayan, nosotros también desaparecemos?

Fhernanda R.

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